jueves, 6 de mayo de 2021

ESENCIA Y VISIÓN EN CLAVE DE SIFU

 

Someter el miedo en mente y cuerpo

Ir en busca de la perfección a través de la disciplina

Formar buenos guerreros y mejores personas

Unir el pasado, el presente y el futuro. 

Ha pasado un año desde que perdimos a uno de los grandes referentes del Ving tsun en España. No tuve la oportunidad de conocerte en profundidad y no siempre nos llevamos bien, sin embargo, tu ausencia generó un vacío en mi corazón que he tratado que he tratado de llenar con todo aquello que me enseñaste y que, a día de hoy, sigues enseñando a través de tus alumnos. Pensar en ti me ha llevado a formularme algunas preguntas a las que no había dado importancia hasta el momento y, entre ellas, se me planteó la siguiente: qué es eso de ser Sifu? Hay muchos instructores a lo largo y ancho del globo; ¿son todos ellos Sifus?

 




A mi parecer, Sifu es aquella persona que, además de compartir su conocimiento sobre el arte, acompaña al alumno a lo largo de todo el recorrido, dentro y fuera del kwon, como un padre, pendiente de las necesidades de éstos en cada etapa del proceso. Guía y referente de aquellos que lo admiran, protector de sus sueños y esperanzas, aquél que comparte con los suyos y anima a los otros a compartirse, desechando el orgullo y el ego que tan flaco favor nos hace. También es alguien que respeta y muestra cómo valorar al similar y al diferente, el que no tiene miedo de asimilar algo nuevo, pues sabe que siempre se debe estar dispuesto a aprender para seguir mejorando; siempre. Justo y deseoso de los éxitos de los suyos, valeroso al enfrentar sus demonios cara a cara y pedir ayuda cuando éstos transmutan en una oscuridad arrolladora.


En definitiva, el saber otorga un título, el de instructor, pero es el buen hacer el que hace que te otorguen otro, el de Sifu.

Hoy puedo decir, con sinceras palabras, que Jose Ortiz fue mi Sikung y que me enseñó una última y valiosa lección: nunca pierdas la oportunidad de mostrarte en toda tu verdad por un malentendido o, peor aún, a causa de tu ego... sería una lástima que éstos partieran sin saber lo que realmente sentiste por ellos.

Para terminar, me gustaría agradecer desde lo más hondo de mis entrañas la paciencia y dedicación de mi Sifu Oscar. No habría llegado hasta aquí sin tu ayuda.

 



Texto escrito por Cristina Resina.