martes, 23 de enero de 2018

CURSO DE VING TSUN CON JESÚS CARBALLO.

El pasado sábado día 20 en las instalaciones de la escuela Fong Ngan de Madrid tuvimos ocasión de disfrutar de un seminario de Ving Tsun de 4 horas de la mano de Jesús Carballo.

Comenzamos como no podía ser de otra manera con la forma Siu Nim Tao, para poco a poco ir introduciéndonos en la materia del seminario "piensa en femenino y se más sutil".
Con diferentes ejercicios tanto de Dan Chi, Chi Sao, Lap Sao, Lat Sao...el Sifu Jesús Carballo nos mostró la parte Yao (suave) del Ving Tsun. Como desarrollar nuestras habilidades desde el lado de la suavidad, olvidando por momentos nuestro lado Gong (duro), para al final crear un todo con ambas energías que debe ser el propósito de nuestra práctica.

Fueron 4 horas de entrenamiento donde pudimos comprobar la importancia de la sutileza en los ejercicios, como generar potencia desde la relajación y transmitirla al oponente, intentando que los movimientos fluyeran libremente. Hubo momentos en los que encontramos el Wu-Wei, pero todavía queda mucho que trabajar para que esos momentos se conviertan en una constante en la práctica. 

Un gran curso donde Sifu Jesús como nos tiene acostumbrados sacó lo mejor de nosotros y nos hizo ver la importancia de la sutileza.

PIENSA EN FEMENINO

Existen diversas teorías sobre el origen del Ving Tsun, una de ellas apunta como una monja del monasterio de Shaolin llamada Ng Mui creó el Ving Tsun después de ver una pelea entre una serpiente y una grulla. Mas allá de su veracidad, pues no existen documentos escritos que así lo atestigüen, se dice que este es un estilo femenino.

El Maestro Chan Chee Man dice, cuando practiques Ving Tsun, piensa en femenino. Por algo será.

Existe un concepto similar al del Yin-Yang asimilable a las Artes Marciales llamado Yao-Gong, donde Yao sería el Yin y Gong sería el Yang. En este caso los términos que nos ocupan expresan una cualidad de la energía; Yao se traduciría como suavidad y Gong como dureza. Al igual que el Yin-Yang estos conceptos también están continuamente interactuando y cambiando, son parte de un todo. Este intercambio de opuestos da lugar a un tipo de energía diferente, a veces llamada energía en espiral que en el caso del Ving Tsun se materializa en la tercera forma de mano vacía, Biu Ji, forma que una vez dominada da lugar a que los rasgos dualistas se vuelvan indistinguibles.

Generalmente los hombres en la práctica abusamos de la energía Gong, usamos en no pocas ocasiones nuestra fuerza física para intentar resolver diversas acciones. Por el contrario, las mujeres tienden a usar mas la suavidad, olvidando a veces la contundencia a la hora de golpear.

Como apuntaba anteriormente Biu Ji es la forma donde se materializa la unión de esa dualidad en la energía, pero el practicante de Ving Tsun habrá tenido que aprender anteriormente dos formas de mano vacía, Siu Nim Tao, donde se trabaja una fuerza constante hacia delante mas lineal y Chum Kiu donde a esa fuerza se le une la del giro; creo que ambas, en las primeras fases del aprendizaje se corresponden con estados Gong, aunque con el tiempo se llegará a integrar el Yao-Gong.

Quizá sea Biu Ji la forma femenina, la que mejor refleja la suavidad del sistema, donde trabajando desde la relajación y con el giro de cintura uno es capaza de generar gran potencia. Al final esa energía en espiral será integrada en el resto del entrenamiento, de tal manera que nuestra eficiencia sea mayor, es decir grandes resultados con menos esfuerzo.
Naturalmente existen momentos adecuados para los movimientos duros y otros para los movimientos suaves, pero sabemos que un uso excesivo de la dureza conduce a la rigidez, la falta de velocidad, energía, movilidad y una perdida de sensibilidad que para nuestro estilo es de vital importancia. Por otro lado, un exceso de suavidad conduce a la apatía y a la falta de penetración y contundencia a la hora de realizar nuestras acciones.

Esa dureza y suavidad deben ser equilibradas, llegando a fusionarse, convirtiéndose en un todo. Equilibrar el movimiento con la quietud, la tensión con la relajación hace que se produzca una mayor flexibilidad de nuestras articulaciones, músculos, tendones y ligamentos, haciendo nuestro cuerpo una unidad flexible pero fuerte.

Ahora bien, si debemos buscar ese equilibrio, ¿por qué pensar en femenino? Pues sencillamente porque nuestro ego masculino hace que intentemos “ganar” con nuestro Gong, no con nuestro Yao o en el mejor de los casos buscando el equilibrio.

Los que conocen de cerca el Ving Tsun saben que trabaja con unos principios, unos conceptos y unas mecánicas corporales que hace que un sujeto en apariencia más débil físicamente sea capaz de imponerse a alguien mas fuerte físicamente. Partiendo de esa base, es probable que el estilo fuese creado por una mujer, en teoría, físicamente mas débil que los hombres, pero también lo podía haber sido por un hombre que no fuese corpulento, fuera quien fuese el creador, lo que es evidente es que fue muy ingenioso a la hora de desarrollar es cuerpo práctico y teórico.

Para mí, el Ving Tsun es un estilo femenino no porque trabaje la suavidad por encima de la firmeza, si no porque trabaja con sutileza, haciendo sin hacer, poniendo la fuerza justa en cada movimiento, en equilibrio, en definitiva, llegando a que los elementos duales se vuelvan indistinguibles.


Quizá esta frase pueda resumir el estilo, “puño de hierro en guante de terciopelo” y hacer referencia a la feminidad del Ving Tsun.

Fdo: Jorge Marcos.
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