Existen diversas teorías sobre el
origen del Ving Tsun, una de ellas apunta como una monja del monasterio de
Shaolin llamada Ng Mui creó el Ving Tsun después de ver una pelea entre una
serpiente y una grulla. Mas allá de su veracidad, pues no existen documentos
escritos que así lo atestigüen, se dice que este es un estilo femenino.
El Maestro Chan Chee Man dice,
cuando practiques Ving Tsun, piensa en femenino. Por algo será.
Existe un concepto similar al del
Yin-Yang asimilable a las Artes Marciales llamado Yao-Gong, donde Yao sería el
Yin y Gong sería el Yang. En este caso los términos que nos ocupan expresan una
cualidad de la energía; Yao se traduciría como suavidad y Gong como dureza. Al
igual que el Yin-Yang estos conceptos también están continuamente interactuando
y cambiando, son parte de un todo. Este intercambio de opuestos da lugar a un tipo de energía diferente, a veces llamada energía en espiral que
en el caso del Ving Tsun se materializa en la tercera forma de mano vacía, Biu
Ji, forma que una vez dominada da lugar a que los rasgos dualistas se vuelvan
indistinguibles.
Generalmente los hombres en la
práctica abusamos de la energía Gong, usamos en no pocas ocasiones nuestra
fuerza física para intentar resolver diversas acciones. Por el contrario, las
mujeres tienden a usar mas la suavidad, olvidando a veces la contundencia a la
hora de golpear.
Como apuntaba anteriormente Biu
Ji es la forma donde se materializa la unión de esa dualidad en la energía,
pero el practicante de Ving Tsun habrá tenido que aprender anteriormente dos
formas de mano vacía, Siu Nim Tao, donde se trabaja una fuerza constante hacia
delante mas lineal y Chum Kiu donde a esa fuerza se le une la del giro; creo
que ambas, en las primeras fases del aprendizaje se corresponden con estados
Gong, aunque con el tiempo se llegará a integrar el Yao-Gong.
Quizá sea Biu Ji la forma
femenina, la que mejor refleja la suavidad del sistema, donde trabajando desde
la relajación y con el giro de cintura uno es capaza de generar gran potencia.
Al final esa energía en espiral será integrada en el resto del entrenamiento,
de tal manera que nuestra eficiencia sea mayor, es decir grandes resultados con
menos esfuerzo.
Naturalmente existen momentos
adecuados para los movimientos duros y otros para los movimientos suaves, pero
sabemos que un uso excesivo de la dureza conduce a la rigidez, la falta de
velocidad, energía, movilidad y una perdida de sensibilidad que para nuestro
estilo es de vital importancia. Por otro lado, un exceso de suavidad conduce a
la apatía y a la falta de penetración y contundencia a la hora de realizar
nuestras acciones.
Esa dureza y suavidad deben ser
equilibradas, llegando a fusionarse, convirtiéndose en un todo. Equilibrar el
movimiento con la quietud, la tensión con la relajación hace que se produzca
una mayor flexibilidad de nuestras articulaciones, músculos, tendones y
ligamentos, haciendo nuestro cuerpo una unidad flexible pero fuerte.
Ahora bien, si debemos buscar ese
equilibrio, ¿por qué pensar en femenino? Pues sencillamente porque nuestro ego
masculino hace que intentemos “ganar” con nuestro Gong, no con nuestro Yao o en
el mejor de los casos buscando el equilibrio.
Los que conocen de cerca el Ving
Tsun saben que trabaja con unos principios, unos conceptos y unas mecánicas
corporales que hace que un sujeto en apariencia más débil físicamente sea capaz
de imponerse a alguien mas fuerte físicamente. Partiendo de esa base, es
probable que el estilo fuese creado por una mujer, en teoría, físicamente mas
débil que los hombres, pero también lo podía haber sido por un hombre que no
fuese corpulento, fuera quien fuese el creador, lo que es evidente es que fue
muy ingenioso a la hora de desarrollar es cuerpo práctico y teórico.
Para mí, el Ving Tsun es un
estilo femenino no porque trabaje la suavidad por encima de la firmeza, si no
porque trabaja con sutileza, haciendo sin hacer, poniendo la fuerza justa en
cada movimiento, en equilibrio, en definitiva, llegando a que los elementos
duales se vuelvan indistinguibles.
Quizá esta frase pueda resumir el
estilo, “puño de hierro en guante de terciopelo” y hacer referencia a la
feminidad del Ving Tsun.
Fdo: Jorge Marcos.